martes, noviembre 15, 2016

No dejes, nunca dejes... -- Poema a Mariano Petrucci

Aún cuando la muerte deje en tus mejillas ese aroma que tanto anhela la primavera,
no dejes que su caricia llegue cercana a tu profundo corazón.
Hay un lugar del alma en el que sos eterno,
y ese lugar es el que das a los que amás, cuidás y mantenés cerca.
Un hombre solo vive mil vidas cuando ama sin fronteras.
Un hombre vive solo cuando en el rencor se condena
y a la pena del eterno retorno jamás se rebela.
Un hombre que cree y es engañado no es culpable de ser crédulo
ni justo acreedor de la burla de los mil y un demonios que de él se ríen.
Un hombre solo vive mil vidas cuando ama sin fronteras.
Y si el perdón jamás llega y en la muerte la condena es vagar
como mendigo por los nueve infiernos del sin sentido, que así sea.
Que no sea la razón del loco, la moral del asesino, el designio del corrupto,
la ambición del avaro, las que dicten lo que es bueno y lo que es malo.
Aún cuando la caricia de la muerte amenace a ser cercana a tu profundo corazón
no dejes que te quiten de las mejillas ese aroma que la primavera tanto anhela.



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