lunes, febrero 10, 2014

Un mismo destino -- Poema

Tu te empeñabas en hablar sola
o en hacer oídos sordos
a cualquiera de las palabras
tal vez si quiera contestabas
porque te costaba creer
que estaba hablando contigo
y era tan triste ese silencio
esa falta de respuesta
esa zozobra de palabras
parecía que solo querías
que yo supiera que vos existías
para mí, aunque yo no cuente.

Me saludaste al llegar
y cada vez que te ibas
me dejabas un adiós desgarrador
una huella de sangre
y de pétalos de rosa
que me implorabas por tu bien
por favor no me sigas.

Tus preguntas no eran preguntas
y respondías sabrá Dios a qué preguntas
pero tu voz era una senda silenciosa
una inspiración apasionada
llena de talveces y locuras.

Sé de ti lo mismo que tú
sabes de mi
y muy a pesar de ser
dos completos ignorantes del otro
hay un algo silencioso
que nos une en un solo destino. 

1 comentario:

María dijo...

Explícame mi vida, tú, que no muestras signo alguno, aunque te invoque en mi noche.
No soy como tú, tengo por voz solamente mi cuerpo ... no puedo desvanecerme en el silencio.
En las frías mañanas, flotan los ecos de mi voz, blancura que lo oscuro absorbe siempre como si hicieras una señal, para convencerme de que tampoco tú podrías sobrevivir aquí Poeta ...