miércoles, septiembre 05, 2012

Under -- Poema

Vivo en un suburbio
de casas grises
de gente apagada
de árboles secos
de calles negras
y desiertas

De cuando en vez
pasa un tren
que estremece el cuerpo
y anima a los muertos
a salir huyendo
y volver a morir,
lejos, y más tranquilos.

Los cuervos
vienen para posarse
sobre las ososas
y desnudas ramas,
que oscurecidas por el hollín,
se asemejan a dedos macabros
y endemoniados
que nos mantienen aislados,
que aterran al sol
por lo que aquí, él nunca llega.

Miran,
desde lo alto
de sus picos carroñeros,
el modo y el tiempo perfecto
para hacerse del alma
de aquellos incautos
que caminan por aquí
como si andaran de vacaciones.

Decir
que de vez en cuando pasa un tren,
que me sacude el esqueleto,
y que me invita a salir,
a irme lejos
a un lugar más cálido y tranquilo.

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