La cordillera es mía
desde lo alto me asomo
lamiendo las cimas blancas
extendiendo mis dedos
hacia las casas que se emplazan
desde sus colorientas laderas
hasta los verdes valles
donde lagos glaciarios sin fondo
husmean el centro de la tierra
y volcanes expectantes
deciden qué hacer
con nuestro destino
Es mía la cordillera
y sus ríos cristalinos
sus profundas quebradas
sus árboles, sus piedras,
es mía la vida que late
a lo largo de las Américas
dividiendo un mundo
que decidió
delimitar sus fronteras
y matar por defenderlas.
Es mía la cordillera
es mía también la estepa
es mía la llanura
los cauces de los ríos
las sabanas y los mares
es mío lo que pisas
lo que comes, bebes y respiras
son mías las estrellas
el espacio y los planetas
y lo comparto contigo
sin obligaciones, represiones
ni exigencias.
Es mía la responsabilidad, como madre,
de hacer posible que aquí vivas
y darte todo lo que necesitas
pero hijo eres tan tonto
que te empeñas en destrozarlo todo
y de encargarte que sea tuya la culpa
que yo tenga que sacarte
de esta casa
a patadas en el traste.
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