Que me disculpen los muertos
pues no lloro por ellos
no lloro por su ausencia
no añoro al pie que dejó huella
no me mofo de su suerte
y menos aún quiero tenerla
cada quien su juego juega
y el mío es amar la vida
y amar la vida es amar la muerte
y es recordar a quienes corrieron ya esa suerte
con el alma plena y la sonrisa llena
agradecidas por el legado
que cada uno nos ha dejado.
Que me disculpen los muertos
pero no lloro por ellos
aunque con estos comparto
toneladas de tierra encima.
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