jueves, enero 28, 2010

La Sivela -- Capítulo 28

A partir del 01 de Enero del 2010 hasta la primer semana de Febrero del mismo año publicaremos en este hermoso y coloriento Blog, La Sivela, radio novela escrita por la misma bestia que se ha encargado de todos los demás escritos de este compilado de creatividad alocada y sin censura.
La Sivela consta de 37 capítulos emitidos al aire, cada sábado, desde el 04 de Abril del 2009 hasta el 19 de Diciembre inclusive, del mismo año en el programa de Radio intitulado Sabadá en FM FUN de San Martín de los Andes.
Participan aquí, Fani como María Teresa Calandria de las Mercedes Posta y Tani como el locutor, Pelandrún, el director, Margarita y el Señor.
Con ustedes el vigésimo octavo capítulo de La Sivela, para los vagonetas que no gustan de leer, al final del texto la radio novela tal cual salió al aire por el 106.1 del dial de FM en San Martín de los Andes y por http://www.funfm.com.ar/ para todo el mundo.
LA SIVELA - CAPÍTULO 28
OPERADOR: Música Babasónicos Mareo

Locutor: Margarita se había bajado del coche en un Piringundín que tenía en la puerta una lucesita roja pasada ya más de media hora y la vieja no volvía, de tanto esperar el cansancio y el sueño llegaron a los ojos de María Teresa que rendida se dejó llevar por Morfeo hasta el Reino de los sueños, donde, como cada noche, soñaba con Fito Paez cantándole en su oído despacito, suavemente…
OPERADOR: Canción de cuna
Pelandrún: -Pero esa la canta Valeria Lynch?
Director: -Quién es usted?!?! Corten!
Pelandrún: -… y la gorda no canta ni despacito, ni suavemente…
Director: -No!!
Pelandrún: -Ah… que Fito le canta despacito y suavemente mientras ella duerme…
Director: -Claro…
Pelandrún: -…ora entiendo…
Director: -Volvemos a grabar en 3, 2, 1…
OPERADOR: Canción de cuna
MT: -Me viste, choreando margaritas del burdel…
OPERADOR: Golpes en el vidrio
MT: -Qué! Qué pasó? Qué pasó?
OPERADOR: Golpes en el vidrio
MT: -Ahhh un señor… momentito que bajo el vidrio…
OPERADOR: Ruido de bajar vidrio
MT: -En qué lo puedo ayudar caballero…
Señor: -Usted trabaja acá?
MT: -Disculpe?
Señor: -Es que estoy golpeando la puerta hace un buen rato y nadie atiende, y es sábado a la noche y me parece raro…
MT: -Por?
Señor: -Usted trabaja acá o no?
MT: -No…
Señor: -Qué lástima, tenía un Roca que quemaba en el bolsillo…
MT: -Perdón…
Señor: -Uno de cien, un Roca, igual, no se disculpe, el que tiene el bolsillo caliente soy yo.
MT: -Caballero, soy una dama…
Señor: -Ahhhh, una dama… ahora entiendo; con un solo Roca no alcanza para hacer una campaña al desierto... no?
MT: -Qué está tratando de decir… no le entiendo…
Señor: -No te hagas la dura, dale che… hay algo más duro que Roca?
MT: -Mire prefiero seguir sin entender lo que me propone...
Señor: -Bueno, si con Roca solo no entiende le podemos sumar un Sarmiento, este le explica todo, y mientras Roca explora el desierto, Sarmiento le funda una escuelita…
MT: -Caballero no insista con esas cosas por favor, no se da cuenta que no le entiendo además, si todo el tiempo que usted está acá insistiendo lo hubiese dedicado a golpear esa puertita tal vez ya le hubieran abierto…
Señor: -Señorita, sus negativas son para mi corazón una tiranía, y como tirana que es… me imagino que junto a Roca y a Sarmiento le puedo dar un Rosas...
MT: -Me va a dar flores también?
Señor: -Flores, flores… a ver deme un minuto que saco el dinero…
MT: -Cuántos billetes!
Señor: -Flores, Flores, Flores…
MT: -No sé donde compra flores usted pero con uno solo de esos va a Québec y compra de todo… y además, de buena calidad.
Señor: -Tengo Rocas, Sarmientos, Rosas, Mitres, Belgranos… pero Flores no tengo ni uno…
MT: -Está bien deje con semejante ramo de billetes para que quiere flores…
Señor: -No conozco ningún Flores! Quién era ese prócer para estar en un billete?
MT: -Próceres a mi? No, no, historia nada…
Señor: -Pero dijo Flores…
MT: -Qué se yo, de eso nada, cero… llego hasta San Martín y gracias, más allá de San Martín todo me queda grande…
Señor: -San Martín?!
MT: -Sí, San Martín…
Señor: -Pero… San Martín… a ver deme un momento...
MT: -Para que saca la plata de nuevo?
Señor: -Algo que quiero chequear...
MT: -Con tanto efectivo y además con cheques? Usted debe ser Bill Gates!
Señor: -Acá está San Martín?!?!? Pero son Cinco Pesos?!?!
MT: -A ver? Si, este… yo de todos los que nombró me quedo con éste…
Señor: -Está segura?
MT: -Claro! Señor: -Y qué hace?
MT: -Qué está vivo todavía? Es como el Dinosaurio de Susana!
Señor: -Dinosaurio? Yo le diría león! Y si tomo la pastillita agarrate Mercedes que te doy tal remedio de escalada que te prometo que libertás América!
MT: -Jajaja, usted es terrible pero no me llamo Merecedes…
Señor: -Bueno, no importa era un decir… No quiero parecer urgido pero… cuénteme, estoy un tanto entusiasmado… por un San Martín un completo?
MT: -Señor, sabe tanto de historia y se viene a equivocar así… San Martín el General!
Señor: -Ah claro, el general, San Martín… pero como vendría a ser el general?
MT: -General es… general yo que sé todo en general, general…
Señor: -Por cinco pesos, todo?
MT: -Yo que sé, usted es el que sabe de historia… Yo lo que sé, es que se puede subir al pico más alto, con el brioso pura sangre entre las piernas recorrer las montañas turgentes, hasta llegar a los fértiles e inexplorados valles profundos y boscosos donde se puede saciar toda sed y apetito, donde puede abrirse paso entre los estrechos pasos y llegar al mar que apasionado revuelve las aguas en donde uno al meterse en el frenético vaivén siente la gloria de Dios rodeándolo eterno e infinito…
Señor: -Y después?
MT: -Y después el general quedó de cama… imagínese…
Señor: -Después de lo que usted me dijo tengo un mundo de ratones!
MT: -Ay señor, no diga esas cosas que me hace pensar que es un chancho…
Señor: -Y a cada chancho le llega su San Martín!
MT: -Jajajajaj que ocurrente, pero guarde ese billete… a ver si lo asaltan todavía.
Señor: -Usted me asaltó señorita, me ha asaltado con una pasión desbocada…
MT: -Ay Caballero no sea zonzo, yo soy una mujer casada…
Señor: -Y su marido?
MT: -Duerme borracho no sé…
Señor: -Típico de los hombres… si usted fuera mía
MT: -Tampoco soy un calzón…
Señor: -Sería mi mejor calzón no me lo sacaría ni para bañarme…
MT: -Señor por favor! Qué me está diciendo! Me tendría todo el día ahí! Qué olor a huevo…
Señor: -No, no me mal interprete… no puedo creer que a una mujer tan hermosa fina y deicada tenga que dedicarse a esto, y tan solo por cinco pesos!
MT: -Qué?!
Señor: -Mientras su esposo está borracho en la casa, vaya a saber con quién…
MT: -Con el gordo, con quién más… siempre parrandeando esos dos, vienen a casa y me ponen patas para arriba!
Señor: -Yo no lo puedo creer, que sana envidia, si yo la hubiera conocido antes…
MT: -Sana envidia? Antes que quién?
Señor: -Antes que ese con el que se casó y se aprovecha así de usted…
MT: -Ay señor, yo en ese entonces tenía quince añitos era una virgencita crédula y pía.
Señor: -Y aquella bestia la volvió esto que usted es hoy… Qué monstruo!
MT: -Ay tan mal estoy? Es que salí de tarde de casa y no me pude maquillar… qué pasa me veo tan terrible?
Señor: -No, no, no, no lo decía por usted… Usted es hermosa, es bella como el rocío en la mañana…
MT: -En invierno ese rocío se hace escarcha y rompe bastante las pelotas…
Señor: -Bueno, bueno… alegre como las flores en primavera...
MT: -Ay Dios mío, alegre es la alergia que te deja la nariz echa un desastre, colorada como borracho, que se te paspan la nariz, los labios, los ojos hinchados… Alegres…
Señor: -Bueno, bueno… refrescante como la lluvia de verano…
MT: -No sé donde vive usted amigo, pero acá si llueve en verano todos se quedan rascándose la cabeza sin entender qué es lo que pasa… es más fácil que un hombre acepte estar equivocado a que acá llueva en verano…
Señor: -Si le digo que es reveladora como el otoño?
MT: -Eso me gustó, ve… eso me gustó… porque en el otoño uno encuentra cosas bellas… las hojas marrones en los suelos, los árboles desnudos parados, fibrosos, hacia un cielo que promete…
Señor: -Usted me llena de ratoncitos señorita…
MT: -Señora…
Señor: -Me da lo mismo, que tal si acepta al general y cruzamos juntos la cordillera…
MT: -Disculpe, usted está insinuando que…
Margarita: -Viejo!
Señor: -Uy Dios... se armó la Gorda!
MT y Margarita: -Gorda tu abuela!!

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