Venturoso y a su suerte
se lanza al mar el bergantín
lleva en el casco el retrato del santo
que encomendó su vida al sueño
henchida y orgullosa la bergantina
con el poder de los trece vientos
ha surcado sin sorpresas
los siete mares del planeta
de todo el ponto es dueño
pues ha sabido hacerle frente
a la muerte que se disfraza
de mil y un modos diferentes.
Su capitán es hombre huraño
tosco, barbado y combatiente
nunca a nada le temió
y contra todo él batalló;
hay en su piel cicatrices
mapas de su historia errante
fuertes son sus tripulantes
ebrios gruesos de mal talante
que a piratas y marinos
supieron darles con el filo,
no temen a su destino
pues lo escriben ellos mismos.
Aunque de tal bergantín
no hay hombre que no tenga
en la mirada suave estela
de añoranza por su hogar
cuando en la oscura noche
el cielo de estrellas se puebla
de sus botellas de ron
escapa triste una canción
que con lágrimas recuerda
aquella tierra que lejana
sirvió de puerto de partida
a todas sus esperanzas.
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