jueves, enero 24, 2008

El viejo y las uvas -- Fragmento

Aventuras? Aventuras eran las de antes, ahora con esto de la globalización los aventureros no existen. Antes viajar por el mundo era para valientes, para gente que arriesgaba la vida a cada paso que daba. Ahora si caminás por las montañas Chinas y ves un oso panda les sacas mil y un fotos, antes corrías cagado hasta las patas, desesperado y como loco pensando que era un mosntruo que los demonios enviaban para robarte el alma. Ahora es todo para mariquitas, para gente que no tiene los huevos bien puestos, se sabe todo y para todo hay antídoto o remedios, lo mismo da. Antes con un resfrío te las veías negras y por una fiebre de mierda estirabas la pata de un momento a otro, así no más. En cambio ahora tenés pastillas para la alergia, te quiero ver alérgico a las fresias y tener que cruzar un prado cubierto por estas flores. Además la ignorancia! Antes si que eran todos unos brutos de mierda! Ver Duendes! Hadas! Ja! A quién se le ocurre, o eran unos borrachos sucios y empedernidos o el cagazo les hacia ver alucinaciones... también como para no tenerlas, escuchar un martilleo en el medio del bosque y no ver quien mierda martilla da a pensar cualquiero cosa, menos que es un pájaro que le pega picazos a un tronco, es más lógico pensar que hay un duende haciendo zapatos para las hadas, o muebles para las ciudades escondidas. En mi época las aventuras eran aventuras, atravesar la selva amazónica era de valientes, zafar de la fiebre amarilla era toda una proeza, además de cruzar a pie y cruzarte con indígenas que te perseguían kilómetros a cerbatanazo limpio, con dardos embebidos en curare, utilizados solo para la caza de enemigos y hacerlos espichar de un solo soplido... O los desiertos de la Anatolia donde los nómades eran como piratas del desierto y te sacaban hasta lo que no tenías, sobre todo la libertad. Si te atrapaban te vendían como esclavo a cualquier boludo que anduviera dando vueltas con un par de monedas encima, o mismo, la sabana africana, te quiero ver ahí en esa época donde era disparar con escopeta o con las patas ante el eventual cruce de cualquier bestia salvaje. Hombres eramos los de antes, y las mujeres que se atrevían a esto, esas si que eran corajudas, podían cargar y descargar un winchester tan rápido como ahora sacan la tarjeta de crédito de la billetera. En muchos lugares del mundo existían todo tipo de peligros, ahora solo hay piratas, ladrones y locos, en mi época se le sumaban los indígenas, los baqueanos de cada zona, la no ley, el todo vale. Como eso de ir a la guerra, la guerra antes era artesanal, ahora todo está hecho por computadora, con esto del GPS o algo así, si fallás es a propósito, porque a mi no me venden esa que las matemáticas se equivocan, si supuestamente pueden mandar un robot a Marte para que caiga en un lugar exacto dentro de cuatro años, hacer teta una casita en media hora no debería haber margen posible de error.
Aventuras eran las de antes, ahora la única posible aventura está en el fondo del mar y nos dicen que todavía no está la tecnología disponible para investigar adentro, claro el espacio exterior si, pero el fondo del mar no, estúpidos, estúpida y necia especie, siempre miramos hacia afuera, siempre miramos al otro, nunca inspeccionamos lo que llevamos o tenemos dentro. In-tros-pec-ción se llama señores! Y en nosotros eso no existe, al menos en occidente, donde todo reflorece cada cierto período de tiempo, no como en oriente que hay un solo imperio desde hace milenios y que aprenden de la meditación y otras mierdas, ellos sí que miran para adentro! Claro que al ser más espirituales, tienen también una gran capacidad de crueldad y miserias, pero como juzgar, para que juzgar si estamos todos en el mismo juego pero cada uno lo juega con sus reglas. En vez de aprender lo bueno de los demás, se nos pega la mierda, mierda hedionda y destructiva que nos lleva más y más hacia el abismo.
Los aventureros ahora son gente de laboratorio, se aventuran en el mundo microscópico con cositas desconocidas y tan diminutas que te cagan la vida en un santiamén sin más, sin siquiera darte cuenta que es lo que te está haciendo sangrar internamente y morir como un perro, sin explicación ni motivo alguno. Antes no nos importaba eso, antes el aventurero moría en la aventura y era un honor estirar la para sin que nadie te dé explicación, ni motivo alguno más que el ser un corajudo con los huevos bien peludos y así de grandes.

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